Hoy es festivo en España y me apetecía traeros un post ligerito de desarrollo personal que espero que os arranque una sonrisa. Se acerca la época navideña de regalos varios a familiares, amigos, seres queridos, etc. y, más allá de pensar en el materialismo, consumismo, tendencias, etc. los que al final aún sucumbimos a las compras nos planteamos: ¿Qué debería regalarle a mi prima por Papá Noel o Reyes? Y para el amigo invisible, ¿qué le compro a ese compañero de trabajo que nunca saluda? ¿Me baso en lo que me regaló el año pasado? ¿Y si esta vez quedo mal? La respuesta a estos dilemas la encontramos en el denominado “Modelo de regalos de Esquire”.
Todos nos hemos visto en mayor o menor medida inmersos en este tipo de situaciones que a veces culminan en un verdadero compromiso social: si gastamos menos que la otra persona o le regalamos algo demasiado impersonal podemos estar devaluando al receptor y crear una situación incómoda para los dos. Si por el contrario, nos pasamos por mucho, esta circunstancia también puede conllevar decepciones. Para intentar poner luz a estos dilemas, la revista estadounidense Esquire creó un modelo muy simple basándose en dos ejes:
¿Cuánto tiempo hace que conoces a la persona a la que le vas a dar el regalo?
¿Cuánto dinero deberías gastar en el regalo?
Así, el modelo muestra el valor del regalo según el destinatario y el tiempo que hace que lo conoces:
Como veis, cuanto más tiempo conozcáis a la persona (dependiendo de si se trata de un familiar o desconocido y de situaciones especiales), la opción de gasto aumenta.
El modelo menciona también que existen dos reglas de oro no escritas pero que hay que tener presentes a la hora de regalar:
-Es mejor quedar de generoso que de tacaño (comentan que no hay que dejarse engañar por el “¡no hacía falta!”)
-Regala algo que te gustaría que te regalaran
El modelo de Esquire está sacado del libro «El pequeño libro de las grandes decisiones: 50 modelos para el pensamiento estratégico» que os comenté en mi anterior post. Espero que os haya ayudado a resolver el dilema sobre cuánto gastar en regalos esta Navidad. Por supuesto, se trata de un modelo muy general que no tiene en cuenta otras circunstancias personales que puedan surgir entre emisor y receptor, así que cada uno lo tendrá que adaptar a su realidad. Aun así, me parecía gracioso traéroslo hoy y espero que os haya servido.
¿Vas a aplicar el modelo de Esquire la siguiente vez que regales algo? ¿Qué opinión te merece este modelo? ¿Añadirías otras variables? Cuéntame, ¡estoy deseando saber!
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Difiero totalmente de este modelo. Aunque me guste dar detalles a personas concretas y en momentos específicos, no me gusta regalar masivamente en fechas consumistas como si fuese obligación ni necesito que me regalen nada. Así que quitando este hecho no estoy de acuerdo con este planteamiento que valora más a un familiar por el hecho de serlo durante mucho tiempo que a una amiga que he conocido recientemente y con la que me llevo genial. Está claro que la gente nos decepciona, da igual que sea un tío o un amigo reciente, pero no puedo pensar que una persona puede dejar de ser importante para mí porque la conozca desde hace poco, porque me estaría perdiendo algo maravilloso, una buena amistad. Y tampoco me arrepentiría de haberle hecho regalitos si dejásemos de ser amig@s/familia.
En cuanto a lo de quedar de generoso pues también disiento. Primero que económicamente no podría afrontarlo y segundo que valorar cuánto quieres a alguien de forma material en vez de emocional me parece asqueroso y carente de sentimiento. Prefiero que me regalen algo que les recuerde a mí, algo sentimental, puede ser un libro usado, por ejemplo, que si me regalan un bolso de marca no me va a gustar tanto (o nada) , es más, pensaría que esa persona no me conoce en absoluto.
En definitiva, regalo a quien me apetece y siempre me devano los sesos en busca de algo especial y económico (pues repito que el materialismo me asquea).
¡Hola, V.!
Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar :)
Sí, la verdad es que es un modelo que, como os comentaba en el vídeo de Facebook, no contempla algunas variables personales. Cada persona y la relación que mantiene con la persona a la que le va a regalar es un mundo y va más allá de convencionalismos sociales. Lo que pretende es darnos una versión simple sobre lo que la revista concluyó en su modelo. Os lo mostraba en estas fechas porque era lo más común (ya sabes, Navidad, Reyes…), aunque muchas personas elijan otras fechas que para ellos les signifique mucho más. Total: que como os decía en el post, habría que adaptarlo a nuestra realidad y circunstancias personales, espero que nadie se haya sentido obligado a seguirlo a rajatabla :)
¡Nos leemos, V.!