Teoría de las 8 inteligencias múltiples: más allá del coeficiente intelectual

Navegando por Facebook el otro día volví a ver un fragmento de un vídeo que creía olvidado.  En él aparecía el magnífico cirujano, conferenciante y escritor Mario Alonso Puig, autor de libros muy conocidos como El cociente agallas o Vivir es un asunto urgente, en una conferencia del banco Sabadell contestando a un padre preocupado por la educación de sus hijos. El padre quería profundizar en el concepto de que el coeficiente intelectual solo importa un 8 % para prosperar en la vida. Puig destapó la clave fundamental de este supuesto: la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner. De esto os voy a hablar en el post de hoy.

Howard Gardner, psicólogo y profesor de la universidad de Hardvard, dedicó la mayor parte de su vida a investigar sobre el concepto que tenemos nosotros de “inteligencia”. Como apuntaba él mismo en una entrevista que le realizó Eduard Punset (minuto 1:47) cuando ganó en 2011 el premio Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales, “(…) hoy no estaría aquí en España recibiendo el premio Príncipe de Asturias si hubiera escrito sobre los distintos talentos humanos. Lo que hice fue tomar la palabra “inteligencia”, que era propiedad de la gente del coeficiente intelectual, y dije: “la música es un talento, y las matemáticas son inteligencia pero, ¿por qué debemos llamar inteligentes a las personas buenas con los números y solo talentosos a aquellos que dominan el tono, la armonía, el timbre?” Todavía nadie me ha dado una buena respuesta a esa pregunta.”

Fue precisamente la búsqueda de esa respuesta lo que le motivó a indagar en el concepto de inteligencia y a expandir su significado. Si partimos de la base que el test que se hace para medir el coeficiente intelectual de un niño (el más conocido es el test de Weschler), no tiene en cuenta todos sus aspectos cognitivos, algunos aún por desarrollar, ¿por qué en el lenguaje común solemos acotar la inteligencia a aquello relacionado con el coeficiente intelectual? Y no queda ahí el asunto: si el niño saca buena nota en el test, todo su entorno creerá que está predispuesto al éxito y si no, estará condenado al fracaso. ¿Por qué este “etiquetado” tan precoz? ¿Y el resultado de dicho test es inamovible, no se podría mejorar? ¿Y si el día en que lo hizo no se encontraba en plenas facultades?

El primer fruto de intentar resolver todas estas cuestiones trajo consigo que en 1983 Gardner publicara su libro Inteligencias múltiples, donde exponía su teoría de las 8 inteligencias múltiples de todo ser humano. Según él, la inteligencia es “la capacidad para resolver problemas o para elaborar productos que son de importancia en un contexto cultural o en una comunidad determinada.” Como veis, una definición bastante amplia y más esperanzadora que la relacionada solo con el coeficiente intelectual. Partiendo de esa base, Gardner identifica 8 inteligencias que pueden desarrollarse según el entorno en el que nos encontremos. En la siguiente imagen recojo cuáles son y, a continuación, paso a definirlas brevemente:

1. LÓGICO MATEMÁTICA: es la capacidad para utilizar los números de manera efectiva y de razonar adecuadamente empleando el pensamiento lógico-matemático. Se manifiesta comúnmente cuando se trabaja con conceptos abstractos o argumentaciones de carácter complejo.

2. NATURALISTA: esta inteligencia es la relacionada con los sentimientos de la naturaleza, los animales y personas. Se especializa en identificar, discernir, observar y clasificar miembros de grupos o especies de la flora y fauna, su observación y uso eficiente del mundo natural.

3. LINGÜÍSTICO-VERBAL: describe la capacidad sensitiva en el lenguaje hablado y en el escrito, la habilidad para aprender idiomas y comunicar ideas.

4. INTRAPERSONAL: la capacidad de ver con realismo y veracidad cómo somos y qué queremos, estableciendo prioridades y anhelos personales para de esta forma actuar en consecuencia.

5. ESPACIAL: la capacidad que tiene el individuo frente a aspectos como el color, línea, forma, figura, espacio, y la relación que existe entre ellos.

6. INTERPERSONAL: permite comprender a los demás y comunicarse con ellos, teniendo en cuenta sus diferentes estados de ánimo, temperamentos, motivaciones y habilidades. Incluye la capacidad para establecer y mantener relaciones sociales y para asumir diversos roles dentro de grupos, ya sea como un miembro más o como líder.

7. CORPORAL-QUINESTÉSICA: capacidad de unir el cuerpo y la mente para lograr el perfeccionamiento del desempeño físico. Comienza con el control de los movimientos automáticos y voluntarios, avanza hacia el empleo del cuerpo de manera altamente diferenciada y competente.

8. MUSICAL: habilidad para comprender y apreciar los ritmos y la estética musical en distintas formas y manifestaciones.

    

Como se puede deducir, la teoría de Gardner supuso tal impacto en el sistema educativo de la época que aún perdura en la actualidad. Por regla general, los colegios siempre se han enfocado en el desarrollo de los tipos de inteligencia lógico-matemática y lingüístico-verbal, pero cada vez hay más aulas que incorporan distintos métodos para estimular el resto de inteligencias entre el alumnado. El primer paso es reconocer que todas las inteligencias son igual de importantes.

Es muy interesante el cuadro que os muestro a continuación, donde podéis ver cómo se manifiestan las inteligencias múltiples en el aula:

Y tú, ¿conocías la teoría de las 8 inteligencias múltiples de Gardner? ¿Estás de acuerdo con su propuesta y definición de inteligencia? Cuéntamelo, ¡estoy deseando saber tu opinión!