Liderazgo: el poder de la inteligencia emocional

Hoy os traigo un libro que tuve que leer en el máster de EAE que realicé hace dos años. Se trataba de una lectura obligatoria de la que después tuvimos que realizar un trabajo, y es que no es para menos. En el post de hoy os traigo, siguiendo la estructura típica de este tipo de posts de la categoría Libros que inspiran, este libro obligatorio para cualquiera que desee profundizar en el liderazgo y que podéis adquirir aquí. Si después de leer este post alguien está en España y desea conocer a su autor, Daniel Goleman, que sepáis que estará en Valencia el sábado 13 de octubre dando una conferencia sobre su área de especialización, la Inteligencia emocional, en el evento BeingOne. Si no podéis asistir físicamente, también podéis hacerlo de manera online, pues lo retransmitirán en streaming. Podéis comprar las entradas en su página web y, de hecho, con el cupón af1962 que la organización ha creado para vosotros por venir de parte de Liderazgoparaelcambio.com, además, ¡tendréis un 15 % de descuento!

DE QUÉ TRATA

Seguro que habéis oído hablar alguna vez de Daniel Goleman, considerado el padre de la inteligencia emocional con su ensayo Inteligencia Emocional. En él exponía científicamente cómo personas con un alto coeficiente intelectual no son las que siempre consiguen las metas que se proponen, pues en la consecución de objetivos entran en juego otra inteligencia más ligada al hemisferio derecho del cerebro: la inteligencia emocional. En esta línea surge el libro que os traigo hoy. En él el autor realiza un compendio de todo lo que él ha hablado sobre liderazgo a lo largo de sus charlas, ensayos, obras, etc.  Se compone de los siguientes capítulos:

-Una sinergia sorprendente

-Mandar con corazón

-¿Qué hay que tener para ser líder?

-Liderazgo que consigue resultados

-El coeficiente intelectual colectivo

-El liderazgo esencial

-El cerebro social

-Las condiciones ideales para triunfar

-El desarrollo de la inteligencia emocional

QUÉ HE APRENDIDO

-Desde mi punto de vista, jamás se recalcará lo suficiente en nuestra sociedad la baja importancia que tienen (en cualquier forma de liderazgo), las competencias cognitivas en contraposición al resto de competencias o dominios inherentes en la inteligencia emocional que describe Daniel Goleman (la autoconciencia, autogestión, conciencia social y capacidad de gestión en las relaciones). No obstante, me alegra saber que, según apunta el libro, cada vez hay más estudios que desde la Ciencia demuestran y avalan empíricamente la importancia de estas competencias aplicadas a varios entornos y escenarios y que poco a poco estos conceptos van calando a nivel empresarial, donde va habiendo más conciencia de ellos y se van aplicando (muchas veces con ayuda externa, lo que augura un prometedor futuro laboral en este ámbito).
-Goleman describe en el libro cuatro estilos de liderazgo bien diferenciados, algunos más efectivos que otros, pero que deben aplicarse según el perfil de los colaboradores a los que se lidere. Yo os expuse algo parecido en el post ¿Lideras según el perfil de tus colaboradores? Descúbrelo con el modelo de liderazgo situacional de Hersey y Blanchard. Los que propone Goleman, por su parte, son los estilos autoritario, coach, conciliador, democrático, ejemplarizante y coercitivo. El líder virtuoso necesita de todos ellos y los va aplicando según el momento porque conoce muy bien a cada uno de sus colaboradores y qué les motiva en la búsqueda de resultados.

-A lo largo del libro se describe la relevancia que juegan las emociones (muchas veces contagiosas según de quién provengan), cuando se dan en el plano laboral. Goleman afirma (pág.132) que “Para muchos trabajadores, los colegas acaban siendo como una familia, un grupo cuyos miembros sienten un fuerte vínculo emocional. De ahí surge una lealtad mutua especial. Cuanto más fuertes sean los lazos emocionales entre los trabajadores, más motivados, productivos y satisfechos con su ocupación estarán”. Dicho esto, en contraposición, el autor también comenta que, en ocasiones, (pág.159) “las emociones negativas pueden ser útiles en determinadas situaciones. Los estados de ánimo “malos” pueden mejorar algunos tipos de rendimiento, por ejemplo, al prestar atención al detalle cuando se buscan errores o al establecer distinciones más precisas entre distintas opciones”. Las buenas relaciones entre todos los miembros de todos los equipos de trabajo favorecen un clima laboral de confianza, lealtad, apoyo, ánimo, esfuerzo, etc. Como líderes debemos ser capaces de detectar estas emociones.

A QUIÉN SE LO RECOMENDARÍA

-A cualquiera que desee profundizar más en el concepto de liderazgo para aplicarlo de manera profesional o personal

-A cualquiera que tenga personas a su cargo y esté en un puesto de responsabilidad

UNA CITA QUE DESTACARÍA

En su capítulo “Mandar con corazón”, Goleman defiende que “El liderazgo no es sinónimo de dominación, sino el arte de convencer a la gente de que colabore para alcanzar un objetivo común. Además, centrándonos en la gestión de nuestra trayectoria personal, puede que no haya nada más fundamental que reconocer una profunda conexión emocional con nuestro cometido y saber qué cambios podrían provocarnos una mayor satisfacción laboral.”

Y añado otra de regalo que me gusto mucho: y que está incluida dentro del capítulo “¿Qué hay que tener para ser líder?”:  “La autorregulación, una especie de conversación interior continuada, es el componente de la inteligencia emocional que nos libera de la prisión en la que pueden encerrarnos nuestros propios sentimientos”

PUNTUACIÓN

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¿Y tú? ¿Conocías a Goleman? ¿Te ha parecido interesante este libro? ¿lo habías leído ya? Cuéntame, ¡estoy deseando saber!

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